Las molestias del postoperatorio de un lifting o estiramiento facial son pasajeras y ceden ante los analgésicos. Dentro de las molestias comunes se puede observar un grado variable de hinchazón de la cara y el cuello, equimosis o cardenales y sensación de tirantez y acorchamiento.
Casi todas las cicatrices quedan ocultas en el cuero cabelludo por encima de la sien y hacia la nuca. Pueden llegar a notarse algunas, solamente en la zona alrededor de la oreja durante las primeras semanas tras la cirugía, que se ocultan fácilmente con el peinado.
Los puntos de sutura se comienzan a quitar a los 5 – 6 días, proceso que se termina de realizar a los 8-10 días. Por lo general, se puede realizar una vida prácticamente normal, incluso incorporándose a su tarea profesional a partir de la tercera semana postoperatoria.
Con la cirugía de estiramiento facial no sólo se logra un rejuvenecimiento notable sino que, además, la edad aparente sigue retrasada durante mucho tiempo en relación a la edad cronológica. Si con el paso del tiempo, volviesen a aparecer arrugas y pliegues, la operación podría volver a repetirse.
Con respecto a las posibles complicaciones de la ritidectomía, en la mayoría de los casos, poco frecuentes y transitorias: hematomas, defectos de cicatrización, caída de cabello en la cicatriz del cuero cabelludo, alteración de la movilidad de la ceja o de los labios, etc. En raras ocasiones es necesario realizar pequeñas operaciones complementarias para tratar estas complicaciones durante el período postoperatorio inmediato o tardío.
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