jueves, 19 de noviembre de 2009

Cirugía invisible para remodelar la silueta

Utiliza la tecnología probada más avanzada contra la grasa antiestética.

Se trata de una técnica quirúrgica de alta precisión que emplea aparatología de última generación para eliminar los depósitos de grasa que ocasionan irregularidades y desproporciones en distintas partes del cuerpo. La intervención tiene una duración media de una hora y treinta minutos, generalmente se realiza bajo anestesia local, no precisa hospitalización y permite reincorporarse al ritmo de vida habitual en 24 horas. Este método evita las incisiones traumáticas, los puntos de sutura y las grandes cicatrices. Lo más novedoso del procedimiento es que, además de destruir la grasa que causa desagrado, provoca una contracción de la piel (efecto lifting) capaz de atenuar la flaccidez de la zona tratada.

Recuperar las formas

En primer lugar, con ayuda de un escáner corporal de alta precisión que permite visualizar el interior de las zonas que hay que tratar y conocer su estado, se determina la cantidad de grasa que es preciso eliminar de cada zona para obtener un buen resultado.

A continuación, un aparato de última generación envía energía en forma de ondas directamente a los depósitos de grasa que necesitan tratamiento. Las clases de energía más utilizadas son la ultrasónica, la láser y la de radiofrecuencia.

Dependiendo del caso, se usa una forma u otra o se combinan entre sí. La energía atraviesa la piel, llega al tejido graso y disuelve parte de los acúmulos de grasa seleccionados. Un porcentaje de la grasa disuelta se expulsa gradualmente por las vías fisiológicas y el resto, introduciendo en la zona tratada (a través de una incisión milimétrica que no precisa puntos de sutura) un dispositivo avanzado que elimina los depósitos de grasa antiestéticos que hayan podido resistirse al proceso anterior y el excedente de grasa que el organismo no puede expulsar.

Finalmente, sobre las zonas de donde se extrajo grasa, se efectúa un masaje específico con un rodillo motorizado que actúa homogeneizando la superficie de la piel.

Por seguridad y para obtener buenos resultados, es condición indispensable que la técnica se aplicada por un cirujano especialista y en un ámbito hospitalario. Antes de someterse a la intervención es necesario realizar una visita diagnóstica con el fin de descartar cualquier tipo de contraindicación, conocer los pormenores del método, sus alternativas, las posibles molestias y complicaciones y saber lo que se puede conseguir.

El precio varía en función del número de zonas que sea necesario tratar oscilando la intervención entre los 2.000 y los 3.000 euros. Los departamentos de atención al paciente de las distintas unidades que realizan este procedimiento ofrecen sistemas de financiación que ponen el tratamiento al alcance de todos los bolsillos.

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