En una primera visita el cirujano plástico tiene que evaluar el estado de salud del paciente y conocer la cantidad de exceso de grasa así como el tono de la piel. Hay que mencionar si se es fumador, o si se están tomando medicamentos o vitaminas.
Hay que expresar al cirujano las expectativas de manera sincera para que le pueda mostrar las mejores alternativas disponibles para su problema.
El cirujano también tiene que explicarle el tipo de anestesia que utilizará y si la intervención requiere del ingreso en la clínica así como el precio de la operación.
Una vez determinen el médico y el paciente el día de la intervención, la operación debe realizarse siempre en el quirófano y no en la consulta.
Una abdominoplastia completa dura entre dos y cuatro horas dependiendo de la cantidad necesaria.
Una vez finalizada la intervención, durante los primeros días el abdomen está inflamado y se notan algunas molestias o dolores que se mitigan con medicamentos. Dependiento de la cantidad extirpada se marchará a casa al cabo de unas horas o se estará hospitalizado en la clínica dos o tres días.
El cirujano le explicará como debe ducharse y cambiarse los vendajes. Aunque no debe estirarse del todo al principio es importante que se empiece a andar lo antes posible.
Los puntos externos de la operación serán retirados entre los cinco y siete días y los puntos internos que salen por los extremos de la incisión en dos o tres semanas.
Dependiendo del estado físico del paciente previo a la intervención, en unas semanas o pocos meses se puede volver a sentir como antes. Algunas personas ya vuelven a la normalidad en unas dos semanas pero otras requieren entre tres y cuatro semanas de recuperación. El ejercicio físico moderado ayuda a recuperarse antes.
Comentar que aunque las cicatrices no desaparecen nunca, no serán visibles incluso cuando se lleve bikini o bañador.
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