Antes de decidir si quiere someterse a un lifting o estiramiento facial es fundamental tener una buena comunicación con su cirujano plástico. En la primera entrevista, se evaluará la cara, incluyendo la piel y las estructuras óseas subyacentes y se hablarán las opciones quirúrgicas para su caso. Luego se harán los análisis necesarios para comprobar su estado de salud y descartar aquellos problemas que puedan complicar la cirugía, como la tensión arterial alta, los problemas de coagulación o de cicatrización.
Si finalmente se decide someterse a un lifting se le explicarán las técnicas y el tipo de anestesia que se emplearán, dónde se realizará la cirugía, los riesgos y el coste de la intervención.
El lifting no está incluido en el catálogo de prestaciones de Seguridad Social. No dude en preguntar a su cirujano todas las dudas que tenga, sobre todo las relacionadas con sus expectativas y los resultados deseados.
Su cirujano plástico le brindará guías específicas sobre cómo debe prepararse para la cirugía, incluyendo normas sobre la dieta diaria, la ingesta de alimentos y líquidos. Debe avisar si fuma, pues es importante dejar de fumar al menos una o dos semanas antes de la cirugía. El cirujano también le dará instrucciones acerca del tabaco o toma o supresión de medicamentos y vitaminas y lavado de la cara. Es mejor llevar el pelo largo para disimular mejor las cicatrices mientras éstas se curan. Si lleva el pelo corto, puede querer dejárselo crecer antes de la cirugía.
Cuánto más cuidado tenga en cumplir con las instrucciones de su cirujano plástico, mejorará las condiciones para realizar la cirugía. Será conveniente asegurarse que algún familiar o acompañante pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta y que, en caso necesario, puedan acompañarle unos días.
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